Es natural que al entrar el cachorrito en nuestras vidas te surjan ciertas dudas referentes a su estado sanitario, correcta alimentación, higiene, comportamiento, vacunaciones, desparasitaciones…

Según la edad, raza y ambiente del animal te aconsejaremos unos cuidados específicos, y tras una exploración clínica nos aseguraremos de que tu animal se encuentra en perfecto estado, y descartaremos la presencia de enfermedades congénitas cardíacas o articulares.

En la Clínica Veterinaria Alacant, te informaremos según su edad del plan de vacunación a seguir, para protegerles de las enfermedades víricas más graves y prevalentes: moquillo, parvovirosis, hepatitis vírica canina, coronavirus, leptospirosis, parainfluenza o tos de las perreras. Así mismo te informaremos de la obligatoriedad de la identificación con microchip y vacunación de la rabia en el mismo momento, asesorándote de la legislación sobre tenencia de animales domésticos.

Es necesaria una desparasitación interna rutinaria frente a cestodos, nematodos y trematodos, previa al plan de vacunación, así como una desparasitación externa periódica frente a pulgas y garrapatas. No todos los animales son iguales, por lo que según sus características te recomendaremos un producto u otro: pipetas, collares, pulverizador…, y distintas pautas y frecuencias en función de la época del año.

Si tu cachorro presenta heces blandas es importante que nos traigas heces frescas para realizar un análisis coprológico, pues es frecuente la aparición de parásitos como coccidios o giardias que requieren tratamiento específico.

Hay muchas razones por las que tener un gatito en casa, por que son cariñosos y juguetones, son aseados y se adaptan perfectamente a la vida urbana. Siempre ha existido la creencia popular de que el gato es un animal huraño, arisco e independiente pero sólo hay que conocerlos para darnos cuenta de que les gusta estar cerca de nosotros y lo demuestran con su característico ronroneo.

Aunque el gato sea un animal que no tiene necesidad de paseos diarios como los perros y muchos de ellos no salgan de nuestra casa, no debemos olvidar de cuidar su estado sanitario ya que comparten nuestro hogar.

Es preciso desparasitarlos periódicamente, tanto internamente (contra cestodos, trematodos y nematodos), como externamente, frente a pulgas, que además de ser muy molestas para el animal, son causa de reacciones alérgicas cutáneas. Además es importante garantizar una adecuada inmunidad con vacunas frente a virus a los cuales es susceptible nuestro gato (herpesvirus, calicivirus, panleucopenia y leucemia felina)

En la primera consulta te aconsejaremos y te daremos pautas sobre la alimentación adecuada según la edad del gato, así como la conveniencia de la esterilización tanto de machos como de hembras, para evitar comportamientos típicos de esta especie como el marcaje con orina y la vocalización excesiva durante el celo. El evitar estas conductas no va a interferir en la calidad de vida del animal ni su carácter, y de este modo también vamos a impedir el desarrollo de patologías reproductivas en un futuro.

El verano, por las altas temperaturas y la humedad de las zonas mediterráneas, es la estación del año con más parásitos: mosquitos, pulgas y garrapatas, que pueden transmitir a nuestros perros enfermedades para las cuales no existen vacunas para prevenirlas, por lo que es altamente necesario aplicar repelentes específicos como collares o pipetas.

Además, en el caso de que nuestro perro pudiera haber sido contagiado, el éxito del tratamiento y curación

de la enfermedad radica en el diagnóstico precoz, por lo que recomendamos la realización de una analítica anual que incluya hemograma y la determinación de enfermedades parasitarias: leishmaniosis, erlichiosis y filariosis.

El mejor momento para la realización de estas analíticas es a finales de otoño, cuando al haber menos insectos, el riesgo de picaduras es menor.

Debido a que nuestros animales domésticos cada día reciben mejores cuidados y una adecuada alimentación de calidad, su esperanza de vida ha aumentado considerablemente en los últimos año.

Es a partir de los 8 años de edad cuando se hace necesario realizar un chequeo geriátrico a nuestro perro o gato. En función del caso: raza, estado fisiológico, síntomas, etc, le aconsejaremos las pruebas necesarias para garantizar un diagnóstico precoz de cualquier patología y mantener un óptimo estado en nuestro amigo de edad avanzada.

Con una bioquímica sanguínea y hemograma podremos diagnosticar insuficiencias hepáticas, renales u otras, que se tratan en su mayoría con un simple manejo médico-dietético.

A veces se hace necesario un estudio cardiorrespiratorio completo, con electrocardiografía, ecocardiografía y radiografías torácicas, para diagnosticar enfermedades cardiovasculares asociadas a la edad, como valvulopatías, estableciendo un tratamiento médico adecuado para cada caso, con el que lograremos que el animal esté asintomático mejorando su calidad de vida y prolongando sus años de vida.

No menos importante es mantener una correcta salud buco dental, ya que con la edad y por el acumulo de sarro, se desarrolla la enfermedad periodontal, responsable no solo de la pérdida de piezas dentarias de nuestro animal, infecciones y mal aliento, si no de enfermedades digestivas y cardiacas. Nosotros te aconsejaremos en consulta la conveniencia de la realización de limpiezas de boca periódicas, que se realizan de forma rutinaria con ultrasonidos bajo anestesia monitorizada.

Muchas veces, al ser una especie distinta a la nuestra y por tanto con diferentes instintos, reacciones y aprendizajes, cometemos el error de educarlos de forma antropomórfica, esto es, los criamos como educaríamos a nuestros hijos y con ello les ocasionamos alteraciones de comportamiento que pueden difucultar gravemente la convivencia de ambos: problemas de agresividad, ladridos excesivos, fobias, defecación o micción inadecuadas, excesivo apego al cuidador, etc.

En la clínica descartaremos primero que se trate de una enfermedad orgánica, o sea, que tenga una patología ajena al comportamiento causante de su mal comportamiento que le esté causando dolor o estrés.
Tras ello realizaremos en una consulta de etología (comportamiento) que mediante una batería de preguntas, observación de las reacciones del animal y su propietario podremos establecer un diagnóstico y en su caso tratamiento comportamental y/o farmacológico.